5/2/09

Los sabaditos del Jardín

Esta es una nueva modalidad para poder saborear y disfrutar de Contradanza.

Algunas personas me habéis expresado vuestro deseo de participar y, a la vez, vuestras dificultades para comprometeros con un proceso de crecimiento en grupo que se reúne semanalmente. Otras me habéis dicho que os apetece probarlo o venir de vez en cuando.

Pensando en vosotr@s, y en l@s habituales, se me ha ocurrido abrir el espacio de Contradanza un sábado por la mañana al mes, para que podáis soltaros y experimentar el placer de la música, del movimiento libre y de vuestra propia -y quizás olvidada- espontaneidad y creatividad.
Una mañana de sábado para disfrutar bailando y cargar las pilas.

El sábado 14 de febrero, de 11 a 14, regálate (o regálale) por 30 euros una mañana de puro goce, en contacto con la música y la expresión libre. Siente y baila como te pida el cuerpo, como te inspire el alma.

Si te interesa, reserva tu plaza enviando un mensaje al correo contradansa@gmail.com

1 comentario:

Lita dijo...

Es inevitable disfrutar sólo al pensarlo. Sustituir la bayeta del polvo apresurado por la cadencia de la mano acariciando el aire. Cambiar las compras feroces en el supermercado, la carga, la descarga y el tétrico tetric de la despensa por el movimiento libre de los cuerpos que encuentran su orden en el espacio cálido de la sala.
¡Que invitación más provocadora!!
Lita

bienvenid@s a contradanza

Este blog es, por ahora, un espacio relativamente nuevo para mí. No lo es, sin embargo, el espacio corporal, el de la sensibilidad, las sensaciones y emociones que surgen del contacto con esa sabiduría interna que existe en cada un@ de nosotr@s, a pesar de la tendencia cotidiana a vivir de espaldas a ella, ignorándola, menospreciéndola, infravalorándola...
Tomar conciencia de esa parte nuestra, despertar, reconocer y respetar a esa dimensión por sí misma, más allá de las razones y los juicios; dejar que se exprese, que cuente lo que ni siquiera ha pasado aún por la mente; abandonarse al lenguaje del movimiento o de la quietud; sentir cómo la música o el silencio bañan el cuerpo por dentro y por fuera, lo transforman y lo aproximan a la conciencia... ha sido y sigue siendo parte de mi sanación, de mi consuelo, de mi riqueza y de mi crecimiento como persona, como mujer...
Me apetece compartir lo que conozco desde mi propio contacto con el cuerpo, con la música, con el movimiento, con una danza cuya única técnica consiste en poder abandonarse a escuchar los mensajes internos y dejar que éstos se expresen en un lenguaje personal y único que surge y se desarrolla sin el control y la restricción del juicio y de la mente.
Sé que comparto esto con mucha gente. Sé que muchas personas buscan y se encuentran en este mismo espacio. Por eso me apetece compartirlo. Te invito pues a que también tú lo cuentes, lo expreses, lo compartas... En sesiones individuales, en los grupos, o en alguno de los talleres de fin de semana.